La Universidad de Sevilla atesora un patrimonio artístico y arquitectónico sobradamente conocido por todos, pero muy pocos ciudadanos saben que existen más de 10.000 metros cuadrados de jardines universitarios con especies singulares.

Los jardines de la US se distribuyen por los distintos campus e instalaciones y toda su flora ornamental, árboles, palmeras, arbustos, etcétera está correctamente catalogada. Uno de los jardines más visitados es el de la antigua Fábrica de Tabacos, sede del Rectorado y de las facultades de Filología y Geografía e Historia; y próximamente de Filosofía, convirtiéndose así en el campus de Humanidades.

En África aprovechan diferentes partes de la planta para medicina tradicional porque el extracto de sus hojas presenta una propiedad antimicrobiana

Y dentro de estos jardines nos centramos en una planta en concreto por ser un árbol singular en Sevilla: Tulipero de Gabón, también conocido como tulipanero africano. Esta planta pertenece a la familia Bignoniaceae, al igual que otras plantas ornamentales de la misma familia presentes en los jardines de la US como Tecoma capensis. Tecoma stans. Podranea ricasoliana.

Está situado en la zona de los jardines que dan a la Avenida del Cid. Son árboles muy frecuentes en África, ya que el clima cálido permite un crecimiento adecuado. En Sevilla son muy poco frecuentes y son los únicos ejemplares que se conocen en la ciudad. Aunque aquí sean escasos en algunas zonas del Pacífico se considera una especie invasora.

Las flores se disponen agrupadas en racimos, con forma de copa y ante determinadas circunstancias pueden almacenar agua, por lo que atraen a muchas aves

La madera de esta especie es blanda y no tolera bien los vientos fuertes pero sus semillas se establecen bien y por ello es capaz de colonizar terrenos baldíos con cierta facilidad. En África aprovechan diferentes partes de la planta para medicina tradicional porque el extracto de sus hojas presenta una propiedad antimicrobiana.

En regiones subtropicales se cultiva como planta ornamental por su ofrecer una preciosa floración. Las flores son de un fuerte color anaranjado, a veces con los bordes amarillos. Se disponen agrupadas en racimos, con forma de copa y ante determinadas circunstancias pueden almacenar agua, por lo que atraen a muchas aves. Cuando las flores están cerradas contienen gran cantidad de néctar y se libera al presionarlas, lo que le ha provocado que se le conozca como árbol fuente.

Su fruto es una cápsula marrón alargada de entre 10-20 centímetros de longitud que se abre para liberar numerosas semillas con un borde alado transparente.