El estudiante de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Sevilla Ignacio Llano Abascal, más conocido como Iñaki, es el capitán y una de las caras más conocidas del conjunto de baloncesto masculino de la US, recientemente proclamado campeón de Andalucía y de España universitario. Este sevillano revela cómo se inició en este deporte, cuál es el secreto del equipo para acumular tantas victorias regionales, nacionales e internacionales, y cómo se puede disfrutar de este deporte.

Los comienzos de este joven en el baloncesto se remontan a cuando tenía 7 años, gracias a la influencia de su padre, quien era jugador profesional y lo apuntó por primera vez a un equipo. Desde entonces, no ha dejado de practicar esta disciplina y de estar inmerso en el mundo de los pabellones, las competiciones y las canastas.

Aunque Iñaki asegura que para practicar baloncesto es ventajoso contar con ciertas cualidades físicas como la estatura, para él lo más importante es el esfuerzo, la actitud y la constancia. Son precisamente estos aspectos los que le han permitido disfrutar del deporte durante tantos años y compaginarlo con sus estudios y su vida personal, pese a que dedicarse a ello suponga algunos sacrificios como “llegar tarde a casa, adaptar los horarios y estar algo cansado”.

Para el capitán de equipo de baloncesto de la US, “hay tiempo para todo con una buena organización” y revela que él se centra por las mañanas en los estudios y las tardes las dedica a jugar y a entrenar baloncesto, ya que también desempeña este último rol formando a menores en varias escuelas. Esta rutina, a pesar de ser intensa, “es divertida porque no lo veo como algo difícil ya que todo lo que hago con relación al baloncesto lo disfruto al máximo. Me encanta”.

Su pasión por el baloncesto y su liderazgo son las principales razones por las que lo eligieron capitán del conjunto y le ha resultado fácil ganarse el respeto entre sus compañeros. Para su entrenador, Jonatan Domínguez, “es fundamental tener un capitán que te respalde, que cuide del equipo y te ayude a transmitir con claridad lo que se quiere conseguir en el juego, Iñaki hace todo más fácil”.

Pero Iñaki, un jugador de sonrisa amable y actitud modesta, asegura no haber hecho nada en especial, “simplemente, estar, disfrutar y empaparme de todo el espíritu que había antes de entrar al equipo para transmitirlo. Llegué siendo el último mono; pero tenía muchas ganas y mucha ilusión de representar a la Universidad de Sevilla. Ahora soy uno de los más veteranos y quiero seguir aquí”.

Además de jugar con el equipo de la US, este deportista sevillano pertenece a las filas del Club Baloncesto Ciudad de Dos Hermanas, en la Liga Española de Baloncesto Aficionado y lo que más lo motiva es competir y disfrutar del baloncesto, ayudar a la US en todo lo que pueda, y seguir en su Club.