Italia, Francia o los países escandinavos son algunos de los destinos más populares entre los estudiantes que deciden irse de Erasmus. Pocos se plantean que una movilidad estudiantil pueda llevarlos hasta una zona rural de Extremadura. Sin embargo, la Universidad de Sevilla es pionera en un proyecto en España que desde 2015 ha llevado a una quincena de estudiantes de grado, máster y doctorado que han realizado sus prácticas y sus investigaciones en el municipio de Valverde de Burguillos (Badajoz).

Laura Amores, estudiante de doctorado, y José María Pérez, investigador en un proyecto de la Oficina de Cooperación de la US, han sido dos de los protagonistas de estas experiencias. Laura está utilizando su estancia allí para analizar las consideraciones éticas o políticas de la ciudadanía a la hora de elegir los alimentos que consumen. Por su parte, José María, a través de un proyecto de la Oficina de Cooperación de la US, estudia las posibilidades de Valverde de Burguillos y otros pueblos de la zona como receptores de colectivos de personas migrantes.

Los estudiantes adquieren sus conocimientos en las clases y los ponen en práctica para el beneficio de la sociedad

La iniciativa surgió de la colaboración entre el antropólogo Rufino Acosta y la arquitecta Victoria Domínguez, de la Universidad de Sevilla, y Activa Valverde, una plataforma de la sociedad civil contra la despoblación nacida en este pueblo pacense de 281 habitantes. Además de la propia experiencia de los estudiantes, esta colaboración ha permitido la realización de un documental, producido por Cactus Lab,que recoge los principales hitos de este proyecto y pretende animar a estudiantes y entidades a unirse al mismo.

Como cualquier programa de movilidad, se pretende complementar la formación que los estudiantes han recibido en las aulas de su centro de origen. Pero, al mismo tiempo, esta iniciativa pretende ser una alianza entre la Universidad y la sociedad civil en la lucha contra la despoblación de las zonas rurales. Se trata de que los alumnos lleven a cabo su formación en el medio rural aportando a este el conocimiento y habilidades que van adquiriendo. Esta interacción es lo que se conoce como un proceso de aprendizaje-servicio, en el que los estudiantes adquieren sus conocimientos en las clases y los ponen en práctica para el beneficio de la sociedad.

El buen funcionamiento de esta experiencia pionera de Erasmus rural durante los últimos años hace que sus impulsores se planteen seguir avanzando. En el horizonte está la creación del Centro de Saberes Río Bodión, que se pretende sea un hub rural, un espacio de generación de conocimiento, dinamización del territorio, creación de nuevos contenidos que reviertan la imagen negativa del medio rural.