Un referente en el campo de la Botánica
Más allá de las aulas, los laboratorios de prácticas y las zonas comunes de los campus, la Universidad de Sevilla cuenta con diversas instalaciones, menos conocidas, dedicadas a la investigación. Una de ellas es el Herbario, ubicado en el Citius Celestino Mutis, que forma parte de los Servicios Generales de Investigación de la US y es uno de los más destacados de la Península Ibérica y el norte de África en su clase.
Los herbarios son colecciones de plantas secas conservadas en pliegos de papel de forma que permanezcan intactas de manera indefinida. Su uso está enfocado principalmente a la investigación botánica y en ellos se encuentran los tipos nomenclaturales de las especies descritas, es decir, los ejemplares que se usaron para hacer la descripción de las especies.
Los herbarios contienen una información muy valiosa sobre la biodiversidad de un determinado territorio a través del tiempo. Su extensión temporal supera ampliamente la información que se puede obtener en base a experimentos o a la observación y además albergan información de la mayoría de los linajes de plantas descritos. Por eso, actualmente son reconocidos como un recurso importante para la ciencia de la conservación y la ciencia de datos.
El Herbario de la US es un referente para investigadores de todo el mundo que estudian la biodiversidad de Andalucía y el norte de África
El herbario actual de la Universidad de Sevilla comenzó gracias a la actividad investigadora de sus botánicos. Una gran parte de los materiales que conserva procede de los distintos ecosistemas de Andalucía y del norte de África. Por eso, es un referente para investigadores de todo el mundo que se dedican a estudiar la biodiversidad de estos territorios.
Cuenta con unos 350.000 ejemplares, la mayoría de ellos digitalizados y correctamente identificados. El herbario contiene ejemplares de 14.225 taxones con una amplia cobertura taxonómica y mundial. Los especímenes conservados son en su mayoría representativos de todos los ecosistemas andaluces y del norte de Marruecos, lo que lo convierte en un herbario de referencia para la zona bética-rifeña. Tiene una excelente representación de familias mediterráneas especialmente ricas como Leguminosae, Asteraceae o Poaceae, con más de 20.000 ejemplares.
Pero el Herbario de la US no es sólo un lugar de almacenamiento. Junto a las colecciones de plantas, cuenta con diversos laboratorios de investigación con infraestructura para atender estudios de estrés vegetal, cuantificación de partículas, espectrofotometría, microscopía electrónica, o microscopía de fluorescencia. En sus instalaciones se abordan grandes proyectos científicos competitivos de investigación vegetal, de referencia nacional e internacional. De hecho, este herbario se ha usado como referencia para la redacción de las principales obras de botánica sobre la flora del mediterráneo occidental.
Además, el Herbario creó en 2014 un Banco de ADN vegetal para conservar la biodiversidad genética de las especies que se desarrollan en Andalucía y el norte de África. Actualmente, cuenta con más de 7.000 muestras procedentes de la actividad investigadora de los botánicos de la Universidad de Sevilla y pretende llegar a ser un referente a nivel mundial. Este Banco de ADN vegetal supone una fuente de información fundamental para la comunidad científica, ya que permite establecer las relaciones de parentesco entre las especies, conocer su historia evolutiva y ofrece información sobre la diversidad genética de las poblaciones de cara a la conservación y gestión de especies amenazadas.
Los Herbarios Históricos
Además del Herbario Actual, la Universidad de Sevilla cuenta con tres herbarios históricos. Se trata del Herbario de Pedro Abat, el Herbario de Claudio y Esteban Boutelou y el Herbario Antiguo de la Universidad de Sevilla. Los tres contienen casi doce mil plantas perfectamente estudiadas y catalogadas de las expediciones científicas de finales del siglo XVIII. Por ello, constituyen un valioso testimonio que permite describir los avances de la Botánica de la época y que recogen las nuevas especies que se iban descubriendo en los territorios explorados.
Herbario de Pedro Abat
Es el más antiguo que se conserva en la Universidad de Sevilla. Pedro Abat (1748-1800?) se formó como boticario en Igualada (Barcelona), estudió en Montpellier (Francia) y vino a Sevilla en 1786 como primer Socio Botánico de la Regia Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla. A su llegada a Sevilla, Pedro Abat traía consigo su herbario compuesto fundamentalmente por plantas de Igualada y sus alrededores, de la Cartuja de Mont-Alegre y de las que recogió en el itinerario hacia Sevilla. Una vez en la ciudad, fue añadiendo plantas de las provincias de Sevilla y Cádiz fundamentalmente. Además, Abat había adquirido un herbario en Montpelier, que data de 1770 aproximadamente y tiene un carácter farmacéutico: cada uno de sus pliegos contiene una explicación de las características y usos de la planta que presenta y un ejemplar tipo para aprender a reconocer la planta que se había de utilizar para cada dolencia.
Herbario de Claudio y Estaban Boutelou
La familia Boutelou fue una larga saga de jardineros suizos que llegó a España acompañando a Felipe V. Claudio (1774-1842) y Esteban (1776-1813) fueron pensionados por la Casa Real para estudiar en París y Londres. A su regreso, trabajaron a servicio del Rey en distintos jardines. De la época de estudios en París y Londres se conservan en el Herbario de Sevilla plantas de los jardines botánicos que visitaron. El grueso de los materiales que se conservan procede de especies recolectados en el Real Jardín Botánico de Madrid donde se cultivaban una gran variedad de plantas, tanto autóctonas como traídas de infinidad de lugares. También se conservan especies de diversas expediciones botánicas realizadas a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Entre ellas, destaca la expedición de Malaspina alrededor del mundo, puesto que es de la que más materiales se conservan. De la época sevillana de Claudio Boutelou se conservan plantas silvestres de varias provincias andaluzas. Aun hoy hay materiales conservados en este herbario de especies que probablemente no han sido descritas.
Herbario Antiguo de la Universidad de Sevilla
Está basado en el Herbario de los hermanos Boutelou. Con la creación de la Cátedra de Botánica de Sevilla, Claudio Boutelou dividió su herbario: él se quedó una copia y dejó la otra en la Cátedra. Cuando ésta pasó a la Universidad de Sevilla, se incorporó también el Herbario a la Universidad. Este herbario antiguo siguió creciendo con la aportación de los catedráticos, entre los que destacan Miguel Colmeiro y Francisco de las Barras y Aragón. Otros botánicos que también participaron en la ampliación del herbario y en su conservación fueron Romualdo González Fragoso y Manuel Paul y Arozarena. También se conservan pliegos de otros botánicos con los que se intercambiaron materiales como Francisco López Guijarro, Jules Richard o el Hermano Sennen y sus corresponsales.