Juan José Iglesias, historiador y catedrático de Historia Moderna, protagonista de la Lección Inaugural del curso 21-22

El Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla es un buen ejemplo del magnífico trabajo que se está desarrollando en el campo de la digitalización

Usted nació en Puerto Real. ¿Cómo le ha marcado Cádiz en su campo de investigación, en su crecimiento académico?
Puerto Real y la Bahía de Cádiz son un referente fundamental en mi vida. Mis primeras investigaciones estuvieron ligadas al ámbito gaditano, al que han seguido en buena parte vinculados mis posteriores trabajos. Cádiz jugó un papel fundamental en la Carrera de Indias y fue la capital del monopolio comercial americano en el siglo XVIII. Este hecho ha atraído siempre mi interés.

Ha impartido este año la lección inaugural del curso 2021-2022 de la US con una conferencia titulada 'Ciudades-Mundo. Sevilla y Cádiz en la Construcción del Mundo Moderno' ¿Qué le decide a elegir este tema?
En la actualidad dirijo varios proyectos de I+D+i que tienen en la Andalucía atlántica, y especialmente en sus ciudades, su punto fundamental de referencia. Uno de ellos, financiado por el Gobierno de España dentro del Plan Estatal, se titula precisamente 'La construcción de un mundo nuevo: circuitos económicos, dinámicas sociales y mediadores culturales en las ciudades atlánticas del sur de España, siglos XVI-XVIII'. Este proyecto ha generado importantes resultados y me ha parecido interesante que la lección inaugural refleje el esfuerzo sostenido que ha representado durante los últimos años.

En su larga trayectoria académica hubo un periodo en el que se dedicó a la gestión universitaria ¿Qué aprendió de esos años?
La oportunidad de participar en el gobierno de la Universidad de Sevilla en cargos de responsabilidad, como el de vicerrector, durante un largo período de tiempo me permitió conocer a fondo el sistema universitario y contribuir a su desarrollo. Me ocupé de un área importante, como fue la de Ordenación Académica, desde la que pude intervenir en los sucesivos procesos de reforma de los planes de estudios y en la adaptación del sistema al Espacio Europeo de Educación Superior.

Actualmente es director del Departamento de Historia Moderna. Como científico, ¿cree que la digitalización de documentos e internet ha sido el gran avance que posibilita una globalización real para los investigadores de su área de conocimiento?
Sin duda, así es. Muchos archivos y centros de documentación están digitalizando parte de sus fondos, lo que permite consultarlos en cualquier momento y desde cualquier lugar. El Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla es un buen ejemplo del magnífico trabajo que se está desarrollando en este campo. Sin embargo, yo echo también de menos el contacto frecuente y directo con la documentación original y las relaciones con investigadores de todo el mundo que permite el trabajo presencial en los archivos. Espero poder dedicar más tiempo a esta actividad en el futuro inmediato.

¿Echa de menos a los grandes maestros ya jubilados? ¿Piensa que el sistema actual favorece que la Universidad siga dotando a la sociedad y a los alumnos de esa excelencia?
A lo largo de mi vida académica he conocido y tratado a algunos de ellos, de los que he aprendido mucho, como José Luis Comellas, Carlos Álvarez Santaló, Antonio García-Baquero o don Antonio Domínguez Ortiz. Tener a un historiador de la talla internacional de John Elliott como profesor visitante en mi departamento, aunque solo por un corto período de tiempo, también fue un auténtico privilegio. La Universidad camina hacia una creciente especialización que hace que cada vez sea más raro encontrar grandes maestros en posesión de un saber humanístico universal. Pero los que he nombrado y algunos otros han dejado una huella indeleble que se puede reconocer todavía en las jóvenes generaciones de investigadores.

Cuando ve una película o una serie con una trama histórica… ¿le grita al televisor cuando ve incorrecciones ‘de libro’?
Vivimos una época en la que proliferan géneros como la llamada novela histórica o las series televisivas de trasfondo histórico. Algunas de ellas están muy bien hechas, como la dedicada a la reina Isabel o, más recientemente, la producción sobre la peste. Obviamente, cometen anacronismos, pero hay que entender que no se trata de documentales históricos rigurosos, sino de productos pensados para el gran público, por lo que es inevitable que recurran a argumentos novelados y que incorporen elementos fantasiosos. En general, no me molestan esos anacronismos; al contrario, a veces me divierten. Me preocupan más otras cosas, como la tergiversación de la historia en aras de intereses ideológicos o políticos de cualquier signo.

Juan José Iglesias dirige actualmente varios proyectos de I+D+i que tienen en la Andalucía atlántica su punto fundamental de referencia. Uno de ellos, 'La construcción de un mundo nuevo: circuitos económicos, dinámicas sociales y mediadores culturales en las ciudades atlánticas del sur de España, siglos XVI-XVIII', ha generado importantes resultados.