Rosa María Calaf
El currículum de esta corresponsal de TVE con 26 años de experiencia es impresionante. Sólo por dar algunos datos, y sin mencionar premios y reconocimientos, ha informado desde 93 países sobre política, economía, conflictos, catástrofes, cultura y sociedad. Abrió la corresponsalía de Moscú, para la Unión Soviética, y la de Hong Kong, para Asia Pacífico. Ha sido corresponsal en Nueva York, para Estados Unidos y Canadá; en Buenos Aires, para América del Sur; en Roma, para Italia y El Vaticano; en Viena, para los países del Este, y en China durante el año olímpico. Para quien ame el periodismo, Calaf es indiscutiblemente una maestra, un icono de honestidad informativa y valentía.
Ser mujer en un mundo de hombre. Usted prologó el libro ‘Balas para todas: Seis mujeres periodistas en Oriente Medio y el Magreb’, en el que explica que en ciertas culturas hay un respeto reverencial a la mujer extranjera a la que se considera invitada, y a la que se subestima.
Estoy completamente de acuerdo con el mensaje del libro, y por eso lo prologué. Creo que el hecho de ser mujer, en todos los ámbitos, y desde luego cuando yo empecé en los años setenta, siempre ha tenido una dificultad añadida. Para empezar, la capacidad no se te supone, la tienes que demostrar permanentemente, y tienes que estar escuchando que cuando lo demuestras es casi una sorpresa el que haya una mujer que haga algo bien en un campo considerado masculino. Hay escenarios en los que claramente hay una discriminación manifiesta, una opresión de lo femenino. Cuando trabajas en estos espacios debes saber que lo haces en una gran desventaja, pero por el contrario es favorable el que te puedes mover en los ámbitos, donde se gestiona la cotidianeidad, que un reflejo fiel de esa sociedad
Cada vez hay más mujeres periodistas en las corresponsalías internacionales y sobre el terreno…
Ese es el gran salto. Cuando yo empecé éramos cuatro gatas y ahora sin embargo hay más mujeres que hombres. Desde luego en las facultades, desde luego en las redacciones. No en los espacios de dirección, ni de opinión. Ahí es donde hay que dar la batalla. Pero está claro que sí en el terreno y en las zonas extremas, sea de conflicto abierto o de conflictividad larvada …. Estoy pensando por ejemplo en el Congo, donde no hay una guerra, pero el cuerpo de la mujer es una táctica de destrucción de la sociedad local, con los abusos y violaciones. Todo eso lo están cubriendo y explicando en gran parte mujeres jóvenes que arriesgan mucho, pero también aportan una visión más completa de lo que está ocurriendo.
¿Es el momento más peligroso desde la II Guerra Mundial o al menos desde los misiles de Cuba?
Esas etiquetas que nos gustan tanto y que marcan 'lo más' siempre son un riesgo, Creo que lo que sí está pasando ahora no es tanto que sea una época de cambio, sino que es un cambio de época. Y eso va mucho más allá. Esto significa que como todo cambio de época estás abandonando algo que existe por algo que no existe y estás en medio, porque lo que no existe no ha terminado de llegar. Y por tanto hay mucha incertidumbre.
La gestión de China con la Covid le ha llevado a un gran descontento. ¿Esto puede ser un primer paso para una revolución?
Me gustaría tener una respuesta clara, pero no la tengo. Creo que estas manifestaciones son muy importantes, porque por primera vez hay un desafío directo al régimen y se está rompiendo un acuerdo implícito que es lo que hacía funcionar y avanzar a China y convertirla en lo que actualmente es: la potencia que está marcando en gran medida el paso del mundo. Ese acuerdo con la ciudadanía es: ‘yo te doy más libertades de lo que nunca has tenido pero hasta un punto, a partir de ahí no pasas y no hablas’. Pero ya se están oyendo voces que van más allá, cuestionando. No sólo las medidas COVID, sino la entronización y el culto a la personalidad respecto al líder, cosa que se había abandonado en los anteriores mandatos desde Mao. Es un momento muy delicado. Que haya un cambio sustancial en China es muy difícil a corto plazo aunque sí es cierto que históricamente China ha ido teniendo estas revoluciones que han empezado por un malestar, y han propiciado grandes cambios. De momento no ha habido una represión fuerte, pero puede haberla en cualquier momento. Y ni siquiera nos enteraremos.
¿Qué habría hecho si la hubieran invitado a la cobertura informativa del Mundial de Catar?
Hubiera ido para no dejar de contar, para estar señalando continuamente y hacer el reportaje, no sólo de lo deportivo, sino del entorno. Me pareció espantoso que se le diera el Mundial a Catar, pero también me pareció espantoso que se le dieran unos Juegos Olímpicos a China, o el Mundial de Argentina durante la dictadura. No es algo nuevo. Sin embargo, durante todos estos años no ha habido protestas ni manifestaciones. Es tremendo que la ciudadanía sea capaz de salir a la calle para aplaudir a la selección que gana, y no sea capaz de salir a la calle para protestar por las violaciones de los derechos. Esto me preocupa mucho.
¿Se relaciona frecuentemente con espacios universitarios?
Continuamente, porque lo que más hago últimamente es sobre todo divulgación y lo que me gustaría llamar como 'defensa del periodismo'. Y claramente la primera línea ahora es la universidad y los colegios. Además de asociaciones, ONGs…
La Universidad de Sevilla tiene una facultad de Comunicación. ¿Piensa que en general se está preparando bien a las nuevas generaciones de periodistas?
Ha habido siempre buen periodismo y mal periodismo. Lo que creo es que también ha habido es voluntad de interferir en ese periodismo, porque esta profesión es el nervio sensible de las sociedades y por supuesto el nervio sensible de la sociedad democrática. Creo que la diferencia ahora es que se invierte mucho en mal periodismo. Y que hay un aprovechamiento de la herramienta tecnológica que tenemos a disposición que es magnífica para el conocimiento, para la comprobación de datos… el uso perverso de esa tecnología se hace con una eficacia tan tremenda que se consigue todo lo contrario.
Toda mi vida ha estado en ese escenario en el que lo que haces sorprende porque eres mujer
Nunca ha habido un uso del mal periodismo con tanta eficacia como ahora, porque se cuenta con una herramienta que, perversamente utilizada, en lugar de informar desinforma
Usted ha estado en la US para participar en las jornadas ‘El viaje infinito: Los viajes en la Literatura, el Arte y la Vida’. En relación a este encuentro le doy a elegir entre los siguientes libros: Las ciudades Invisibles de Italo Calvino; Viajes con Herodoto, de Ryszard Kapuscinski; y Entrevista con la historia de Oriana Fallaci.
Todos son pesos pesadísimos. Pero para mi Oriana Fallaci fue un referente. Tuve la oportunidad de conocerla y hacerle una entrevista en Florencia, ya enferma, y ya era otra Oriana Fallaci. Para mí ha sido siempre un referente. Yo quería ser como ella. Era una gran entrevistadora y conocedora, llegaba al interior de las personas a las que entrevistaba. Aunque comprendo su postura, hay muchas cosas del final de su vida con las que no estoy de acuerdo. En ese libro, sus reportajes, aportó mucho para la creación de la profesión y desde luego para las mujeres era claramente un ejemplo.