La radio como instrumento de desarrollo

Una casa de un intenso tono verde agua destaca entre las calles de tierra rojiza y los antiguos edificios descoloridos de Bafatá, una de las principales ciudades de Guinea Bisau. Es la sede de Radio Mulher, una de las tres emisoras de la localidad. Desde allí, ocho mujeres comparten con sus oyentes su visión de lo que sucede en la ciudad y la región con la intención de dar visibilidad a los principales problemas de la zona.

Durante este verano, dos miembros de la Universidad de Sevilla se han desplazado hasta allí para formar a estas mujeres en tareas de redacción, locución y producción radiofónica, entre otros aspectos. Se trata de Rosalba Mancinas, profesora de la Facultad de Comunicación, y Luis García, técnico de la Dirección de Comunicación y presentador del programa US Informa en Radius, la radio de la Universidad de Sevilla. Gracias al apoyo de la Oficina de Cooperación al Desarrollo de la US, han podido viajar al país africano para conocer más de cerca las necesidades de estas profesionales y ayudarlas a labrarse un futuro laboral al que, de otra forma, no tendrían acceso.

La vida no es fácil para las mujeres de Bafatá. Los hombres trabajan, en su mayoría en el campo, y ellas se dedican al cuidado de la familia. Casadas desde muy jóvenes, algunas regentan pequeños puestos de fruta o tejidos en los mercados o ayudan en el campo, pero su principal función es tener hijos y atender su casa. Lo más habitual es verlas por las polvorientas calles de la ciudad para comprar comida o de camino al río a lavar la ropa. Por eso, un trabajo en una emisora de radio es, aquí más que en ningún otro lugar, una oportunidad excepcional para ellas.

En septiembre, dos de las redactoras de Radio Mulher continuarán su formación en Sevilla

La ONG Periodistas Solidarios, nacida en la Asociación de la Prensa de Sevilla, es la principal impulsora de la puesta en marcha de Radio Mulher en 2018. Para ello, contaron con diversas ayudas de la ONU, la Diputación de Sevilla y la Mancomunidad de Municipios de Écija, así como con equipamiento cedido por la RTVA y la RTVE. Ya en 2019 se pusieron en contacto con la US en busca de apoyo en la formación de las profesionales de la radio. Y ambas entidades empezaron a trabajar de forma conjunta para poner en marcha esa formación en 2020. Pero la pandemia obligó a aplazar esos planes que, por fin, se han podido retomar en 2022.

El resultado ha sido una experiencia muy enriquecedora para todas las partes. Para las redactoras de Radio Mulher, recibir el apoyo y la formación de los miembros de una universidad europea supone un importante respaldo para un proyecto en el que trabajan a diario. Y para los dos representantes de la US han sido unos días intensos llenos de sorpresas y momentos especiales.

Redactoras de Radio Mulher

Una parrilla muy variada

La programación de Radio Mulher ofrece cada día un amplio abanico de temas a sus oyentes. Los espacios informativos comparten protagonismo que abordan aspectos como la discapacidad infantil, el medio ambiente o la realidad del sistema educativo. Y también hay temáticas más originales como el reggae, los cuentos tradicionales de Guinea Bisau o un programa de confidencias sentimentales en el que la presentadora y los oyentes comparten sentimientos y reflexiones sobre sus experiencias amorosas.

La US se involucró en el proyecto en 2019, pero el viaje se retrasó a causa de la pandemia

Pero la visita de los representantes de la US a Guinea-Bisau ha sido sólo un primer paso de esta propuesta formativa. En septiembre está prevista la llegada a Sevilla de dos de las trabajadoras de Radio Mulher, que continuarán su aprendizaje con el apoyo de docentes de la Facultad de Comunicación de la US. Durante el mes que pasarán en Andalucía, disfrutarán de un amplio programa de actividades que les permitirá aumentar los conocimientos técnicos y periodísticos recibidos durante el verano, así como conocer las instalaciones que la Universidad de Sevilla dedica a la formación de los profesionales de la comunicación. Además, también tendrán la oportunidad de encontrarse con representantes de las entidades que han apoyado el proyecto de Radio Mulher desde su inicio para agradecerles su colaboración y compartir con ellos sus últimos avances.

La voluntad de ambas partes es que la colaboración de la US con Radio Mulher no acabe aquí. Ya se trabaja en la configuración de futuros proyectos que ayuden a prolongar esta actividad formativa en el tiempo.

La sede de Radio Mulher y la catedrál de Bafatá al fondo
Sesión formativa en el estudio
Redactoras de Radio Mulher durante una sesión de formación

La leyenda detrás de Radio Mulher

Lavaderos junto al río Geba (Bafatá)
Nueva escalera de acceso al hospital de Bafatá

Cuentan los lugareños que Pepe Bejarano, el periodista sevillano impulsor de Periodistas Solidarios y de Radio Mulher, se perdió en la selva guineana y fue rescatado por un grupo de habitantes de la aldea de Candemba Uri, cerca de Bafatá. En agradecimiento, explican, comenzó su acción de cooperación en esta región de Guinea Bisau.

Sin embargo, la realidad es que Bejarano llegó hasta allí siguiendo la historia de Laovo Cande, un emigrante de la aldea que perdió la vida en 2006 cuando intentaba alcanzar la costa canaria en un cayuco. El periodista, que entonces trabajaba para La Vanguardia, conoció a su hermano Umaro en Tenerife, donde se había trasladado para buscar el cuerpo de Laovo, que nunca apareció.

Juntos hicieron el viaje hasta la aldea, donde Bejarano conoció la realidad de tantas personas que se lanzaban al mar en busca de una vida mejor. Decidió que tenía que hacer algo para ayudarlos y, desde entonces, primero de forma independiente y luego a través de la ONG Periodistas Solidarios, ha puesto en marcha numerosas iniciativas para tratar de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Bafatá y su región. Radio Mulher es una de esas iniciativas, pero no la única. También se han construido un lavadero para que las mujeres -aunque también lo usan algunos hombres- no tengan que meterse en el río a lavar su ropa, una escuela infantil en la aldea de Candemba Uri o una escalera para facilitar el acceso al hospital de Bafatá, situado en un montículo y al que los enfermos tenían que subir por accidentados caminos de tierra.